martes, 26 de febrero de 2008

HAY FESTIVAL…. ¡AY! PRESIDENTA. Por: PICK

Del Común:
“Mejor que metieron a los congresistas parapolíticos a la cárcel, no fuera que se acabaran matando entre ellos haciendo política”.
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La plenaria comenzó temprano y apenas pocos minutos después de la hora señalada ya se había configurado el quórum decisorio. Alguien estaba interesado en decidir pronto.

El habitual alborotó se prendió por el recinto, mientras se exponían las más variopintas constancias sobre la marcha del seis de enero o la pluralidad de fuerzas políticas en los Estados Unidos.

¿Ah? ¿Estados Unidos? Si, la exposición en este caso corrió a cargo de la senadora del Movimiento Unitario Metapolítico y esperamos publicarla completa en próximos días en las páginas de este medio informativo.

Poco a poco se aclaró el panorama. El Partido Conservador madrugó a las demás bancadas y citó tres debates controversiales, tras los que de seguro andaría la oposición.

Se trató de una jugada maestra. Citó al Ministro del interior, quien fuera líder de ese partido hasta hace poco, con lo que se aseguró un lugar en la discusión que promueve la oposición. Citó al Ministro de Agricultura, también miembro de su partido, para el debate que demanda una moción de censura por sus actuaciones en el caso de la hacienda Carimagua. Y citó al Ministro de transporte a un debate sobre la seguridad aérea, tema que ocupó los titulares de los principales medios de comunicación. Con ello se aseguró el tener más tiempo para intervenir en los respectivos debates, abrir la discusión y, de algún modo, tener ventaja en la lucha por el control de las sesiones.

La respuesta no se hizo esperar. Rápidamente los liberales y el Polo introdujeron sus respectivas proposiciones citando a los mismos debates, con el ánimo de ser incluidos en al menos dos de las citaciones.

La presidenta, haciendo gala de su habitual diplomacia, informó que “en aras de organizar el debate”, había seleccionado tan sólo dos proposiciones para aparecer como citantes en el debate al ministro de agricultura. Inspirada, decidió sacar al Polo y dejar como citantes tan sólo a liberales y conservadores.

El polo se reúne y conspira una revuelta. Se pronuncian primero y luego intentan reversar la decisión de la presidencia con varias mociones de orden. La presidenta no aprueba e insiste a los senadores tapaxco (L) y Andrade (C) en que hagan uso de la palabra sin importar los reclamos a viva voz de Robledo y otros. Estos inician con gran estruendo a golpear sus curules, interrumpiendo la discusión… los senadores solicitan a la plenaria que resuelva la discusión para evitar meterse en el problema.

La presidenta persevera… cita y cita el reglamento, apenas y audible por sobre el estrépito. Con su mano cubre su rostro de los huelguistas y evita a toda costa mirarlos. Insiste: “senador tapaxco, senador Andrade, ustedes tienen el uso de la palabra”, sentencia una y otra vez en vano antes de amenazar con levantar la plenaria, lo que terminará haciendo horas después.

La misma presidente que violentó la “cortesía parlamentaria” al sacar las fotos de algunos senadores y tildarlos de ausentistas en televisión nacional. Evitando, obviamente, mencionar al jefe de su bancada, que casi nunca está más de unos minutos y mostrando incluso a senadores que sí estaban allí. ¿Pero será que se le está saliendo de las manos la Plenaria? ¿Será esta una imagen que conviene a las bancadas de gobierno que la respaldan? Hoy su desatino y la irascibilidad del Polo desdibujaron la jugada maestra de los Conservadores y garantizaron que se siga hablando de la inutilidad de estas sesiones extraordinarias.