martes, 24 de julio de 2007

CRÓNICA LEGISLATIVA... POR PICK (24 de Junio de 2007)

NO HAY PUNTADA SIN DEDAL

REFLEXIONES SOBRE EL ENCUENTRO DE LAS VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA EN EL SENADO DE LA REPÚBLICA
Sin duda este encuentro de las víctimas logró llevar a este escenario mullido en diplomacias la guerra. Bajo el domo que corona un vitral de manos entrelazadas, en el salón de sesiones del senado de la República, se oyeron las voces de las víctimas de la guerra. Imágenes cotidianas de mujeres cuyas manos han hendido la tierra que cubre las fosas de la muerte en diversas regiones del país. Que han explorado las osamentas perforadas o cercenadas con motosierra, cubiertas de barro, a la espera de una prenda, una camisa, un calzoncillo, que permita lavar en llanto la angustia.

El dolor es diverso y alimenta miedos y rabias que apuntan en las más diversas direcciones. Afortunadamente la sesión nos permitió apreciarlo en su diversidad.

¿Qué pensarán al escuchar las voces del terror los dueños del terror? Los que matan, los que ordenan matar, los que financian la muerte, los que apoyan la muerte, los que callamos ante la muerte. ¿Cuántos de los senadores presentes han matado u ordenado matar, han simpatizado o apoyado explícitamente a los que matan para que maten, escudándose en prístinos propósitos? ¿Cuántos de los muertos o secuestrados que hoy convocan nuestro dolor han matado u ordenado matar, han simpatizado o apoyado explícitamente a los que matan?

Una pregunta aterradora se incrustó en las macizas paredes del capitolio, aún chispiadas con la sangre que elevaron las hachuelas que segaron la vida de Uribe Uribe, en el sitio en el que una Placa recuerda su cadáver sobre el pavimento. ¿Realmente es posible un país distinto o se trata tan sólo de una fantasía alimentada por la empatía que activan los lánguidos discursos?

También hay otras preguntas que, aunque más dolorosas, activan los corrillos en la trastienda del capitolio.

¿Es posible que en el país se desarrolle una verdadera política de apoyo a las víctimas de la violencia? Que suponga un acompañamiento especializado en la realización del duelo y que les permita reconciliarse con la vida en este país de mierda. Que permita la existencia de un proyecto de nación. ¿Está alguien dispuesto en el Congreso, víctima permanente de los violentos, dispuesto a apostarle a una iniciativa como esta? ¿Está dispuesto el ejecutivo a comprometer recursos a dicho esfuerzo?

¿Está cobrando vida un movimiento de víctimas del conflicto llamado a desempeñar un rol? ¿Qué se requiere para garantizar su consolidación? ¿Cuál debería ser el papel de los medios de comunicación y del Congreso?

Finalmente, ¿Pueden congresistas como el Senador Cristo o el expresidente Samper –voceros del intercambio humanitario-, o los uribistas más acérrimos, o el Polo, capitalizar políticamente el dolor de las víctimas? O precisamente la imposibilidad para capitalizar políticamente el dolor de las víctimas en un país en guerra, la imposibilidad de conseguir votos a partir de un discurso a favor de las víctimas, es lo que condena al olvido cualquier intento por construir una política pública que responda a sus demandas. Sin votos no habrá políticas públicas, por más lágrimas que derramemos frente a la pantalla del televisor.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

por fin volvieron a escribir. creo que este tema es muy doloroso para muchos, y muy rentable para otros. lo cierto es que nada se puede hacer para subsanar las heridas de las victimas del conflicto.

Anónimo dijo...

este problemita de los matones...asesinos......malas personas.....ladrones......mentirosos......y corruptos.....es algo muy complicado de superar.......ahhhh y tambien el problema de los grupos armados es complicado

Anónimo dijo...

Me parece muy desatinado e insensible reducir el drama de las víctimas a una simple contienda electoral. Soy de las que creo que el movimiento de víctimas es el único camino para avanzar en la superación del conflicto.